El Colegio de la Globalización tiene sus orígenes en un ejercicio que inició hace más de diez años: Vanguardia, un ejercicio de comunicación, diálogo y debate entre jóvenes de la región Iberoamericana, donde se fomentaba un diálogo horizontal y constructivo entre jóvenes, el sector académico y político e internacional.

En este contexto, un foro de discusión enmarcado una praxis parlamentaria en la que los estudiantes, académicos, representantes de instituciones asociadas y otros asociados participantes trabajen en equipos para elaborar iniciativas concretas sobre temas clave para el desarrollo global, regional y de las comunidades. Las discusiones no solamente están enfocadas en el análisis de la realidad mundial sino en la generación de soluciones a las principales problemáticas de las comunidades.

El Colegio  de la Globalización se entiende como interlocutora de instituciones, asociaciones y formaciones locales, nacionalidades, regionales y globales, en la búsqueda de formular propuestas que contribuyan al desarrollo humano integral. Asume, también, su vocación de incidencia para la definición de políticas públicas en los países iberoamericanos y pugna por la construcción de sociedades más libres y justas.

Vanguardia no es expresión de ninguna ideología en particular; no pertenece a partido político de ningún país de la región, ni está comprometida con los valores de empresa pública o privada alguna. Vanguardia manifiesta que la juventud de Iberoamérica no es el futuro retórico del discurso político, sino el presente de realidades en construcción.